Esta web utiliza cookies propias y de terceros para recopilar información que ayuda a optimizar la visita, aunque en ningún caso se utilizan para recoger información de carácter personal.

Más información

Historia

Ayuntamiento de Carratraca
Ayuntamiento de Carratraca
Ayuntamiento de Carratraca   •  ayuntamiento@carratraca.es   •  952 458 016

Ayuntamiento de Carratraca

Cabecera Carratraca
Cabeceras Carratraca
Cabeceras Carratraca
Ayuntamiento de Carratraca  ayuntamiento@carratraca.es   •  952 458 016

Historia

Plumilla de CarratracaEl origen del municipio de Carratraca es del siglo XIX. Don José Salgado escribió una monografía en 1725, donde hace constar que en esta zona no existía más que una sola casa, conocida por el nombre de Cortijo de Aguas Hediondas. Sin embargo, las bañeras halladas en la vertiente del manantial, los sepulcros y restos de cerámica descubiertos en puntos diferentes del pueblo y sobre todo, los vestigios de una muralla, hacen suponer que estos lugares estuvieron habitados durante el período de la dominación romana y, abandonados después por causas que desconocemos, se cubrieron de espesos encinares.

Carratraca se formó al amparo de sus aguas sulfurosas. Según la tradición, el descubrimiento de las propiedades terapéuticas de las aguas lo realizó un mendigo, Juan Camisón, llamado así porque su única vestimenta consistía en un largo y gran camisón para que no le molestaran las llagas que cubrían todo su cuerpo. Este hombre llegó a un cortijo situado junto al manantial para implorar la caridad de sus habitantes, y observó que un cabrero echaba el agua a los animales que tenían úlceras en su piel, y al cabo de cierto tiempo curaban, entonces dedició bañarse él mismo y tras varias inmersiones, él también sanó.

Con una base más documentada, se sabe que en 1817 ya había un médico encargado del estudio y análisis de las aguas y de los enfermos. El municipio de Carratraca se creó en 1821 por separación del de Casarabonela. La primera sesión que figura en el Libro de Actas se celebró el día 14 de diciembre de 1836.

De los hechos ocurridos en la villa, destaca por su importancia la creación del Balneario, que a la vista del numeroso público que venía a tomar los baños y del estado de abandono en que se encontraban las primitivas albercas, por Real Orden de 9 de mayo de 1847, se acordó sacar a subasta las obras de construcción del Balneario, cuyos proyectos y presupuestos fueron aprobados por la Real Academia de Arte de San Fernando.